Valtravieso nos traslada a un territorio singular dentro de la Ribera del Duero, uno de los páramos calizos más altos de esta región, a más de 915 m de altitud. El viñedo y la bodega se encuentran en Piñel de Arriba. Desde aquel lugar único persiguen la más alta calidad en todos sus procesos. La filosofía es la paciencia. Llevar adelante trabajos sostenibles en viñedo, con la mínima intervención tanto en el campo como en bodega.
Así, consiguen vinos de altura con una personalidad y estilo únicos en la zona: elegantes, de taninos maduros por su extraordinaria madurez fenólica, con toques minerales y un notable frescor. La familia González consigue así vinos que reflejen la personalidad de su «terroir». Esa será su seña de identidad.
Cada parcela es vinificada por separado, en un constante proceso de aprendizaje del viñedo propio. La Tinta Fina es la protagonista, con algunas pequeñas parcelas de Merlot y Cabernet Sauvignon. Las condiciones de la finca y el trabajo en bodega, con selección al entrar a bodega, vinificaciones delicadas y uso de hormigón y barrica francesa, ayudan a obtener la máxima expresión varietal. Defienden que la madera no debe enmascarar la personalidad del vino, manteniéndose fieles a su singular «terroir».
